Marianne Franke-Gricksch
Una nueva comprensión de las relaciones entre profesora y familias
Muchos profesores y profesorasestán frustrados por la vida diaria de la escuela, yes tá nestresados porloque se les exige. Dice usted que con la pedagogia sistémicas epuedecon seguir ante todo un nuevo impulso en las possibilidades de esta profesión, y que esto está unido a nuevas possibilidades de desarrollo para profesores, alumnos y padres. ¿Esasí?
Sí, yo misma lo he vivido y los profe- sores de mi seminario también lo con- firman. A través de la experiencia cor- poral integral en las constelaciones familiares, mi corazón se abrió de una forma totalmente nueva para mi fami- lia. Sentí el amor y la unión con los padres y los hermanos, y me vi fortale- cida a través de esta fuerza. Esta fuer- za también desarrolló un efecto direc- to sobre mis alumnos y alumnas, y sobre sus hogares. Por muy difíciles que fueran sus relaciones entre sí, yo tenía una nueva calidad de respeto por ellos. Esto me condujo a una representación más clara de mi tarea profesional real: he aprendido a no ser asistenta social, psicóloga o –mejor aún– madre para los niños, sino sólo suprofesora.
Asesora a los profesores en sesiones individuales y grupos de supervisión.
¿Apartirdequésituaciónacudena usted?
Hace cinco años que dirijo, junto con mis compañeros de profesión, un grupo abierto de supervisión de profesores en Munich. Abordamoscada cuestión por separado, representando a las personas implicadas con la ayuda de representantes: por ejemplo, un profesor, um alumno “difícil”, el direc- tor y los padres del alumno. Los repre- sentantes invisten el espacio de una forma no totalmente explicable y expresan sus sentimientos, que coinciden sorprendentemente con los de las personas reales. Y después buscamos nuevas posiciones que puede adoptar el profesor respecto al joven, de manera que la situación se puedarelajar.
¿Hay pautas para lograr esto?
El trabajo con la constelación no viene acompañado de unas instrucciones para saber cómo actuar. La relajación directa es suficiente para introducir
una nueva calidad de encuentro. Una vez una profesora explicó el caso de una alumna que no conseguía que hablara. Le pregunté: “¿por qué quie- res que hable?”. Después, en la repre- sentación, pedí a una sustituta de la profesora que le dijera a la sustituta de la alumna: “Respeto tu silencio, aunque para mí no sea fácil como pro- fesora”. Con ello, la profesora sintió una relajación interior. Sin haber dicho nada a la niña, la niña empezó a hablar espontáneamente. Respecto a los alumnos “difíciles” hay que decir: lo difícil no son los alumnos, sino el entorno en el queviven.
Todo nuestro amor fluyemás facilmente dentro de lorden,yesto también lo perciben los niños y niñas
¿Cómo son los docentes que atiende?
Los profesores que vienen a mí indivi- dualmente a menudo tienen una necesidad interior desesperada, sienten que todo el mundo les exige demasia- do y están quemados. Con estos profesores trabajo primero físicamente.
Una reflexión dirigida al estado interior de todo el cuerpo vuelve a aportar tranquilidad, y de este modo se puede hablar sobre la responsabilidad que tenemos como profesores. Es importante respetar las condiciones de nuestro cuerpo y tomar todas las medidas para que nos vuelva a ir bien (esto incluye pedir ayuda). Un profesor al que no le van bien las cosas acaba saliendo perjudicado en clase. Los niños saben encontrar sus puntos débiles.
¿Trabaja también con grupos?
Dirijo un grupo de profesores de una forma continuada desde hace más de dos años. Aquí sí que pisamos terre- nos inexplorados. Aparte de cuestiones de supervisión de la vida diaria escolar, también se abordan temas más amplios, como por ejemplo: “¿cómo vivimos entre compañeros de profesión nuestra cultura social en la sala de profesores?”, “¿cómo tratamos las fuerzas sexuales emergentes de nuestros escolares de forma que no sólo se traten precipitadamente en una clase informativa?”, “¿de qué modo influye mi destino familiar en mi personalidad como profesor?”, “¿cómo puedo gestionar una buena reunión con los padres?”, para citar sólo algunos temasamplios. Hadichousted que los niños (de12a 14 años) acceden rápidamente a la perspectiva sistémica de ver las cosas. En realidad parece que no tiene que explicar muchas cosas sobre las constelaciones familiares: el reconocimiento de los órdenes, el res- petopor el destino, lareverenciaante lo incomprensible y lo inevitable y la recuperación de la confianza, ¿les parece totalmente natural?
La constelación familiar es una aplica- ción del punto de vista sistémico.
Como procedimiento psicológico, no pertenece alaescuela. Perolosniños y niñas conocen los órdenes. Los desean.Todo nuestro amorfluyemás fácilmente dentro del orden, y esto también loperciben los niños y niñas. Por ejemplo, periodicamente, unavez al mes, por la mañana me inclinaba ante toda la clase y les decía: “Me inclino ante vosotros y ante vuestros padres, a los que siempre veo detrás vuestro”. Esto era como un puente que llegaba hasta los hogares de los padres, y yo me posicionaba detrás como profesora: primero iban los niños con sus padres, y después yo como profesora. Éste es el orden jerárquico, com el resultado dequelos niños eran sensiblemente más obedientes, mássociales, yestabanmás predispuestos aaprender.
El trabajo sistémico con los niños nació involuntariamente en el sexto curso de uninstituto, enelquehacía tiempo que se hablaba sobre la desvinculación delhogar delos padres; la sexualidad; la violência entelevisión, em la calleyenla escuela; elamor; las drogas, y temas similares. Sinembar go, según cuenta, los niños se mostraban completamente despiertos cuando se habla badelo sórdenesen la familia.
¿Esto nos muestra, pues, uma posible solución para um problema muy discutido, el delos valores de nuestros hijos?
No es una excepción, es el día a día de los niños. El sexo, las drogas, la violencia o ciertos mensajes televisivos son en realidad satisfacciones sustitutivas cuando en las familias ya no hay fuerza suficiente para mantener la unión. También debemos respetar esto como profesores. No podemos llenaresta carencia, sólo somos profe- sores. Y sí que existe fuerza interior en los niños cuando hablamos sobre órdenes generales en las familias, los seña lamos, los representamos consustitutos. Entonces muchos niños ya no tienen tanto la sensación de tener razón en su corazón. Por ejemplo, que hay órdenes jerárquicos, que en las familias existe un buen orden en la mesa o que una familia no se destruye aunque los padres se separen. Los niños atribuyen un gran valor a los órdenes. Les tranquiliza experimentar que sus sentimientos son acertados aunque en el propio hogar se infrinjan los órdenesinternos.
El sexo, las drogas,laviolencia sonenrealidadsatisfacciones sustitutivas cuandoen las familias ya no hay fuerza suficiente para mantener la unión También dirige periódicamente constelaciones familiares conjóvenes de 15 a 22 años.
¿Qué problemas tratan en essas constelaciones?
Los jóvenes están en tratamiento psi coterapéutico o son niños de clientes que han asistido a un seminario sobre constelaciones familiares. Primero mantengo una conversación previa con todos los jóvenes. El trabajo de la representación da a los jóvenes la posibilidad de experimentar algo den- tro de la protección del grupo y de comprender lo que les pone furiosos, lo que les hace cerrarse y lo que les hace sentirse inseguros. Y al mismo tiempo experimentan que otrosniños también han superado cosas tan difíci- les como las suyas. Pero ante todo lo sienten como un amor y una confianza activos entre ellos, cuando represen- tan al padre, la madre o la hermana para los demás. Experimentan algo profundamente humano. Los profeso- res pueden recomendar estos grupos, pero es imprescindible el consenti- miento de los padres. Los hijos de matrimonios separados a menudose encuentra nenunterreno llenodetensión. Usted aconsejauna “cultura de la separación” en la que, por ejemplo, los padres separados de niños em edad escolar seencuentren tresocuatrovecesa laño paratomar conjuntamente las decisiones relativas asushijos. Elefecto sobrelos niños esquesesienten mejor atendidos.
¿Cómo se explicasistémicamente estasutildiferenciaenlatomade decisiones?
Si los padres consiguen superar su decepción por una relación que no ha funcionado, quedan liberados para hacer de padres de sus hijos y no ponen a los hijos de su lado. Los niños perciben las dos raíces y desean que- rer a los dos padres sin “ofender” a ninguna de las dos partes. Una sepa- ración no destruye a la familia. Lo que es perjudicial para los niños es el aumento de las ofensas. En alguna constelación he aconsejado a los niños que se imaginen imágenes curativas en su fantasía, como por ejemplo el padre y la madre volviendo a pasar tiempo juntos durante una tarde sin discutir. Y a menudo esto haayudado.
La educación desde um punto de vista sistémico permite a los padres tener diferentes valores, locuallos liberay a menudo provoca que encuentren más valores conjuntos respecto a la educación. Además, se recomienda acercar al niño también a los valores de padres muertos, diciendo, por ejemplo: “Tu padre habría permitido que tu viera sun ordenador”.
¿Porqué tiene esto un efecto de desahogo también para el padrevivo?
Cuando las madres están enfadadas con el marido separado o divorciado, la mayoría de veces inconscientemente apartan a los niños del padre yconello sufren la doble carga del trabajo educativo. Y viceversa, a menudo los padres notan hasta que punto también se les menosprecia como padres y entonces eluden sus obligaciones respecto al niño. Muchas veces he experimentado en la práctica que las madres querían alejar a sus hijos de sus padres porque éstos bebían. En estos casos se trataba de hijos ado- lescentes que habrían estado mejor custodiados por el padre. Pude con- seguir que la madre volviera a permi- tir contactos más prolongados, incluso estancias durante las vacaciones, y el padre volvía a desempeñar un papel importante y disminuía consi- derablemente su consumo de alcohol. Éste fue el efecto del anticipo de confianza.
Com el respeto que mostramos frente a unasituación, o unapersona, cesa la lucha, caela resistencia. Inclusoen la relación padres hijo existen diferentes ocasiones em las que el respe to tiene unefecto curativo, por ejemplo el respeto del niño ante la separación de sus padres. El niño, con ello, se siente aliviado. Sin embargo, es importante que note a sus padres unidos apoyándolo, tanto si están separados en ese momento como sino lo están. Y viceversa, también existe el respeto de los padres por el destino de sus hijos. En su libro usted habla de las “tareas más difíciles delos padres deserespectador, desde el amor, de cómo se completa un destino en el propio niño, queunomismohacontribuidoacau-sar inconscientemente”. ¿Puede citar un ejemplo deello?
Sí, hay cientos de ejemplos. Estas situaciones aparecen siempre cuando excluimos a una persona o a un even- to importante del conjunto de la fami- lia. El respeto por una persona amada en el pasado, el recuerdo de un pariente que se ha suicidado… un niño lo explorará e inconscientemente se identificará con esta persona y vivi- rá una vida externa de una forma mís- tica. Una madre, por ejemplo, nunca hablaba de su padre violento, que vivía en la lejana Suecia. Sólo cuando su hijo de 16 años, enfadado, causó heridas graves a otro joven, se acordó de él. A menudo vemos connuestros
propios ojos como los niños siguen el destino del que les hemos querido apartar. Entonces sólo nos queda respetar lo que suceda.
Usted dicequeen los professores y los alunos todavia hay muchas fuerzas latentes que se podrían liberar. Una vía para hacer los eríateneren cuenta las fuerzas especiales que existen entre los alumnos, los profesores, los padres y su desarrollo.
He trabajado en diversos proyectos de enseñanza. En Holanda existen algunas escuelas que ya no utilizan, por ejemplo, los cánones especializados de Alemán, Matemáticas, Física e Historia. Los niños trabajan en equipo en proyectos multidisciplinarios, que siempre están relacionados con su entorno, por ejemplo: “¿Cómo funcio- na nuestro suministro de agua munici- pal?”, “Visita a una residencia de ancianos”, “Comparamos las infraes- tructuras importantes de nuestra ciu- dad con las de nuestra ciudad herma- nada deInglaterra”.
Cada proyecto se divide exactamente en áreas de conocimiento individua- les. En Alemán, por ejemplo, redactar una carta; em Matemáticas, calcular el espacio y la capacidad, etc. El enfo- que sistémico de las materias indivi- duales permite la comprensión de sis- temas más grandes en su relación práctica. Los niños y niñas superan mucho más fácilmente los conocimien- tos necesarios para ello, y están entu- siasmados, aprenden a trabajar rítmi- camente y no quieren separarse de sus grupos de trabajo ni siquiera por la tarde. Aprenden a conocer el mundo, preguntan a sus padres y ami- gos para adquirir conocimientos. Es una nueva cultura de escuela que allí se hace notoria, tal y como demuestra su propagación ya en los hogares escolares campestres.
Através de sus experiencias há conseguido uma nueva comprensión del funcionamiento de la escuela. Si anteriormente separtía del hecho de que la escuela esun correctivo de todolo que funcionamal em casa,percibióla vinculación y la lealtad de los niños respecto a sus padres y las fuerzas que despliegan para enlazarelhogar y la escuela. Conestos conocimientos es posible llegar a desarrollos, y usted describelo sanadores que puedensersilos professores y profesoras respetanalospadresdelosniños.
¿Cuáles fueron sus observaciones al respecto?
Una vez huboun padre que me confe- só que estaba muy avergonzado porla instrucción de respeto que vivía en esta clase. Amenudo había pegado a su hijo yahora se veía frenado a la hora devolver a abrazar al hijo, que –tras mi propuesta– se había inclinado ante él; sin embargo, más adelante lohizo.
A menudo vemos con nuestros propios ojos como los niños siguen el destino del que les hemos querido apartar Usted escribe: “No podemos regalar nada mejor al niño que el reconoci- mientodesudestino,talycomoes,y estorequieredenosotros,losprofe-sores, una gran disciplina; la renuncia aquererayudaralniño,porejemplo, a superar las limitaciones del origen familiar”. ¿Puede explicarlo más deta- lladamente?
Una familia y su destino es algo que ha ido evolucionando y que está ínti- mamente relacionado. Es la base sobre la que crece el niño, y es nues- tra obligación superar este destino conformado. Si creemos que como profesores podríamos proponer un camino mejor, esto sólo provoca alie- nación. Sin embargo, si el niño siente el respeto del profesor,en la escuela tenemos una cantidad de propuestas de cómo se puede conseguir sin des- preciar el origen. En las horas de reu- nión pregunto a los padres: “¿qué es para ustedes especialmente importan- te para su hijo?” o “¿en qué creen ustedes que la escuela debería esti- mular aún más a su hijo?”. De este modo se devuelve la responsabilidad básica, que a menudo se transfiere sin mayor consideración a la escuela y a los profesores, a donde realmente pertenece. Su recomendación a los profesoreses que participe nenunoovários seminarios sobre constelaciones familiares para reflexionar sobre las relaciones consus propios padres, desarrollarel respeto por el destino que se desarrolla en su familia, y el respeto por el hecho de que sólo estamos en situa- cióndedarlavueltaanuestrodestino con ciertas reservas.
¿Cómorecibieron estare comendación sus compañeros de profesión y cómo reaccionan los profesores actualmente?
Mientras todavía trabajaba en la escuela, no recomendaba lasconstela- ciones familiares a los profesores. Me dediqué a mi trabajo y a mis ideas y fui tan leal como me fue posible a mis compañeros y compañeras de profe- sión. Los resultados del pensamiento sistémico provienen de la actitud y la acción. Una vez una directora me pre- guntó si pertenecía a una secta por- que me negué a hablar peyorativa- mente sobre padres de alumnos en la sala de profesores y “desahogarme”. Posteriormente me he percatado de que mis ideas, difundidas a través de mi libro y de mis seminarios, tienen alcance, conmueven loscorazones.
Los profesores y los padres vienen libremente, porque se sienten estimu- lados por este modo de pensar. El pensamiento sistémico es alta política, pero no persigue fines políticos. No tiene ninguna intención en símismo
¿Quécambiosdetectaenlosprofeso- res que trabajan con constelaciones familiares?
Con las constelaciones familiares, las personas adquieren una experiencia profunda de su arraigo en su familia de origen. También experimentan que el arraigo en esta familia los determina en su personalidad como profesores. Tras las constelaciones familiares, qui- zás los profesores no lo hacen real- mente mejor, pero son más concien- tes. En relación con sus alumnos, ya no dependen de las interpretaciones. Reconocen la situación y exigen más claramente lo que la escuela exige a los niños: la concentración en el com- promiso social y la predisposición a aprender.
¿Qué reacciones ha recibido por su libro Eres uno de nosotros?
¿Cómo responden los profesores, directores de escuela y otros pedagogos?
El libro tiene buena salida. Ya se está imprimiendo la tercera edición. Gracias a mi actividad de seminarios, se ha traducido a otros cinco idiomas: inglés, holandés, español, italiano y ruso. Recibo muchas cartas de profe- sores y padres que quedan impresio- nados. Los directores de escuela tam- bién reaccionan, pero sobre todo los pedagogos que trabajan en el desarrollo escolar. En una universidad alemana se han incluido las ideas del libro en el nuevo plan de estudios para la Escuela Primaria. También está implicada enun proyecto en México.
¿De qué se trata exactamente?
Se trata de una gran escuela privada, el Centro Universitario Doctor Emilio Cárdenas (CUDEC), ubicado en un municipio anexado a la ciudad de México DF, que en distintas sedes abarca estudios desde la etapa infantil hasta la universidad, con un volumen global de unos cinco mil alumnos. Sus responsables son Alfonso Malpica y su mujer, Angélica Olvera. En este centro desarrollan un proyecto educativo muy consolidado, que se sustenta en lo que venimos denominando “la pedagogía sistémica”. Entre otras muchas cosas suelen hacer talleres de constelaciones familiares para padres, profesores y alumnos, aunque su tra- bajo educativo se fundamenta en lo que llamamos “movimientos sistémi- cos”, dado que la escuela no es el lugar para la terapia. Allí ofrezco a los profesores una supervisión sistémica relativa a la enseñanza y también dirijo a los formadores. Cada vez más, tam- bién aquí se crean planes de estudios elaboradossistémicamente.
Propor neun nuevo trato conlos niños, los padres, los compañeros de profe-sión y los directores, y también volver a elaborar las unidades de enseñanza. Su libro explica de uma forma clarala cantidad deposibles soluciones que existen, por un lado, en cada tipo de classe observado y, porotro, para conseguir unas relaciones armónicas entre estudiantes y sus profesores, sus padres y los compañeros.
¿Qué otros desarrollos deberían producirse, según su opinión, em nuestras escue las?
¿Qué legustaría que su cediera?
El libro debería dar coraje para reflexionar sobre cómo las cosas están relacionadas de una forma asombrosa. Gregory Bateson (1991) – uno de los fundadores del pensamiento sistémico – habló una vez de su interés imper- turbable por el patrón que conecta todas las cosas. El pensamiento sisté- mico es alta política, pero no persigue fines políticos. No tiene ninguna inten- ción en sí mismo. Yo sola no puedo saber cómo se formará el patrón de la nueva escuela. He abierto los ojos a todo lo cerrado, a todo lo que no se ha pensado.
¿Dónde están los artistas en nuestra escuela, dónde están los científicos especializados?
Sólo unos pocos profesores han conseguido ser profesores con ímpetu durante 40 años. Así pues, pienso en la apertura de las puertas de la escuela, que el mundo entre en la escuela, y también que los alumnos y alumnas reconozcan el mundo explorándolo.